Son las pequeñas cosas de la vida, detalles diminutos que elevan el alma haciéndote rozar el cielo con el único afán de hacerte flotar. Situaciones que me hacen temblar, y quiebran mi mente dejando una sensación de felicidad imperecedera y un palpitar que suena al ritmo de tus palabras.
Es la sonrisa pícara que sale tras una broma que me paraliza y apaga el mundo, alejándome de todo mal que ayer pude conocer. Son mis manos sudorosas y mi hablar nervioso que se presentan ante esas preguntas que solo provocan en mi timidez, y que tú, ávida y curiosa, planteas con esa mirada penetrante y a la vez dulce que rompe mis sentidos.
Son mis ojos ansiosos por encontrarse con los tuyos, e intercambiar en silencio palabras que solo nosotras podemos entender y atesorarlas como rey codicioso que no se aleja de su oro.
Son mis labios, secos y dañados, que buscan en tus besos una cura, un tacto reconfortante, suave y delicado que envuelva el dolor de nuestra piel, haciendo de ello no mas que un vulgar recuerdo y dejando entrever susurros de anhelo y amor en cada toma de aliento.
Es cada parte de mi ser queriendo sentir el tuyo, con la única ambición de fundirse en una llama inmortal de pasión y deseo que agote nuestros cuerpos, enlace nuestras almas y unifique nuestros corazones terminando con un beso de miel, quedando la dulzura del acto grabado en una exquisita llama que acogerá nuestros sentimientos haciéndolos crecer más y más.
Es mirar las estrellas recordándote y apreciar que cada momento que parece a simple vista pequeño y casi inapreciable, tú lo engrandeces solo con tu presencia. Es un gesto cariñoso en los momentos que menos me espero.
Es saber que te tengo y que no te quiero perder.
Es apreciar que lo mas especial que me pudo pasar, no estaba dentro de mis planes..
Es decirte que te quiero y sonreír.. porque todo empezó con un juego... y ahora solo sueño con alargar mas la partida..
No hay comentarios:
Publicar un comentario