Música

martes, 13 de septiembre de 2016

Aquellas palabras

A veces, solo a veces, te detienes, coges aire y observas detenidamente tu vida. Piensas cosas que podrías hacer, que jamás hiciste, gente a la que pudiste conocer, que por "A" o por "B" nunca conociste, palabras, sentimientos, que ojalá hubieses expresado y hoy no son más que otro "Y si" que sumas a tu larga lista de cosas que desearías haber hecho. Y te preguntas una y otra vez ¿porqué? Porqué te pasaron todas aquellas cosas malas cuando mejor estabas, porque dejaste escapar aquella persona que tan bien te hacía sentir, porque no pudiste conseguir aquello que añorabas y en lo que tanto empeño pusiste.

"Así es la vida, hija". Me dijo mi padre cuando menos lo esperé. Y aunque su voz denotaba un notorio cansancio, sus ojos casi se cerraban, agrietados y cristalinos. Pude notar, sumida entre sus brazos, la calma, la tranquilidad, el poder inquebrantable que solo un padre es capaz de transmitir.

Entonces me miré en el espejo, me sequé las lágrimas y olvidé todo de ahí para atrás. Me propuse ser fuerte para el porvenir que me esperaba, enamorar a la mujer que me enamoró y luchar por mis sueños.

Y solo cuando le sonreí a mi lloroso reflejo, me di cuenta de que pasase lo que pasase, nunca debería darme por vencida.

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