¿Sabes? Ese sentimiento que me recorre de la cabeza a los pies. La sensación de pérdida, ese humo, que poco a poco y delicadamente se escabulle entre mis dedos, evitando que me percate. Mis palabras resuenan en mis oídos como un eco inaudible: "Yo diría que sí". ¿Diría?.. no estaba más que engañándome a mi misma, temerosa de que me dijeras "No me conoces lo suficiente como para afirmarlo con certeza", pues sé bien que me enamoraste en el momento en que te vi, pero inconmensurable era mi pánico hacia un fracaso casi seguro.
Me jugaría el alma intentando adivinar que ronda por tu mente. Cada momento recorre mi cabeza como una película, esas que se traban siempre en el mejor momento, que no te dejan avanzar y continuar la historia. Ante mi el frío viento de la desesperación y la ausencia. ¿Quién dijo paciencia? si con tu presencia todo se estremece, hasta mi corazón.
El dolor de mil agujas que se clavan en mi piel. "¿Que puede ir peor?" me pregunto constantemente. Carente de optimismo, voy dando palos de ciego, ilusa de mi pesar que me envenena el alma y me hace recordar, con lágrimas en los ojos, que jamás voy a avanzar. Como la rosa que perdió sus pétalos, quedando en la más triste amargura, yazco aquí insegura, de mi propio caminar. No hay marea que me haga decaer, pero si olas que me hacen escoger tal vez una ruta equivocada.
Llanto que no cesa y tristeza que no me abandona, que me ahogan...
... en un pesar sin sentido, sin principio..
.. y sin final
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