En la esencia de tus besos se halla la llave al paraíso soñado. Cueva de deseo en la que, desesperada, ansío perderme en busca de los secretos de tu sabor más dulce y apetecible, y caer presa de ti.
Y es tu presencia, fina, delicada que agranda mi valor y hace que hasta en la oscuridad más densa no tenga miedo. Tú, que con tus manos creas mi armadura y tus palabras me dan la fuerza para plantar cara al monstruo mas aterrador.
Tu voz es la melodía de sirena que me pierde en el mar de la lujuria y me hace naufraga abandonando la cordura, creando en mi el anhelo de caer cautiva de tu afán.
¿Te han descrito alguna vez como es el universo? ¿La densidad con la que brillan las estrellas?
La tranquilidad que se respira cuando estás conmigo, es como sentir un amanecer sin ni siquiera ver el sol. Eres la estrella de mi universo, mi rosa de los vientos.
Cuando me abrazas, el tiempo para y todo gana su color. Las maravillas del cosmos se reducen a un único ser, una única esencia. TÚ.
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