Sensación de vació que inunda mi espíritu. Exasperación procedente de la incertidumbre, del por qué. Notas vacías que no transmiten nada, pianos que resquebrajan sus teclas con el suave tacto de mis dedos. Frenesí que culmina en una palabra sin razón, que hiere y connota una intención elocuente, sincera y sin justificación. Ira inminente que acecha en la esquina de cada mal presentimiento. Envidia irrefrenable que asiente ante una situación tal vez inexistente. Es fácil saber dar con soltura donde más duele sin un plan previo elaborado, más no es sencillo saber a quién se golpea realmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario