Todo comenzó una fría noche de invierno

Me encontraba sentada en la cama, con una de esas camisas largas con dibujos sin sentido que se suelen utilizar para dormir, esas gafas con ese color tan extraño, el pelo desbaratado y la mirada perdida. No hacía nada interesante, tan solo navegar por las mismas redes sociales en las que tanto solía estar, e investigar sobre las criaturas por las que muchos sienten admiración, otros temor y otros ignoran. Me embarcaba en un mundo de fantasía como único medio para salir de esta rutinaria realidad que me tenía cautiva. Aburrida de encontrar siempre las mismas cosas en relación a esos misterios, decidí posponer mi investigación y divertirme un poco, así que cerré las páginas, me acomodé bien contra la cabecera de la cama y abrí un chat global. Sí, esos chats donde la posibilidad de encontrarte a alguien cuerdo es de una entre miles de millones, y la pregunta mas frecuente es ¿follas?

 No andaba buscando nada en especial, tan solo pasar el rato charlando con alguien que estuviera mas o menos con los pies en la tierra o al menos intentara estarlo, pero en una web así era imposible, o al menos eso parecía. Pensaba que tal vez eso me entretendría pero vi que mi afán por mantenerme distraída era poco mas que imposible, así que decidida a cerrar las páginas dirigí el puntero hacia la cruz para así poder descansar hasta el próximo día, que llegaría en unas horas. En el último momento, alguien me habló, me extrañó que no me preguntara nada obsceno, es más, parecía muy agradable así pues decidí agregarla a mi MSN. Hablamos unas horas y descubrí que además de ser encantadora teníamos cosas en común y me hacía reír mucho, pero como todo lo bueno ella decidió marcharse. Recuerdo lo último que me dijo antes de irse. Para mi que una desconocida me dijera eso fue muy reconfortante, pues la época que estaba viviendo no iba más allá de una lágrima y un corazón destrozado.

No recuerdo exactamente como fue pero si recuerdo que cada vez que llegaba del instituto me conectaba y la buscaba para seguir compartiendo con ella esos sentimientos y gustos que pensaba que no tendría nadie mas. No lo sabía, no tenía ni idea de que esa noche en la que yo buscaba información sobre seres de fantasía, cuentos y leyendas, llegaría la princesa que me haría formar parte de esa historia llena de magia que yo tan desesperadamente quería hallar.