...A veces es tan sencillo como sonreír. Ese gesto tan dulce que sale sin pensar por razones que aceleran tu corazón. Sientes el calor emergiendo de las profundidades más recónditas de tu ser, se te erizan todas y cada una de las zonas de tu cuerpo, se agita tu respiración, brilla tu mirada.. y todo en menos de un segundo. Lo único que se te ocurre es taparte tímidamente para que nadie te observe, ni siquiera esa persona que te produce esa sensación. Adornas tus pensamientos con besos y flores, cosas que jamás creíste que harías comienzan a formar parte de tu rutina. Sueños y deseos que antes creías inalcanzables cambian de dirección y se aproximan rápidamente hacia ti.
Saboreas de forma tan peculiar y única una singular experiencia de felicidad, amor y plenitud. Pasas de recordar el ayer y soñar con el mañana tan solo para poder disfrutar del hoy. Comienzas a ver cosas tan complejas con una simpleza que te noquea y te hace sentir, de forma simpática, un tanto estúpida. Tú carisma aflora, tus palabras no son forzadas, nacen de manera espontánea como sonido armonioso que procede del violín, cuando este es tocado de forma prodigiosa. Es tan grande tu aura que sin darte cuenta todo lo que desprendes es una magnética calidez a la cual la gente responde de forma característica.
Tu afán por vivir cambia de color, todo lo puedes ofrecer porque todo lo puedes conseguir.
...Es tan sencillo como sonreír..
Y es esto y mil cosas más.. son las que siento cada vez que esa mágica mirada me atrae y esa sonrisa me apresa. Por eso te digo..
Que enamorarme de ti... es tan sencillo como sonreír.
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