Cosas que decirte

¿Alguna vez has sentido el poder de la inmensidad consumirte por completo? Son esos momentos en los que te sientes débil, en los que todo, absolutamente todo, te traspasa. Te paras a mirar hacia atrás, aunque sabes que no deberías, pero lo haces.. y recuerdas todas y cada una de las cosas que jamás hiciste y que podrían haberte hecho vivir un futuro diferente al que estás viviendo.

Las veces que nos hemos sentido inútiles al estar cerca de esas personas que tanto queremos y apreciamos y no hemos sido capaces de hacerles esbozar una sonrisa, tan solo sentarnos ahí y sentir que su tristeza y todo ese mal que lo atemoriza es nuestra propia debilidad, tomando por costumbre esa sensación de que siempre estamos de más, perdiendo por completo la facultad de ayudar y adoptando así una posición de estorbo frente a todo lo que nos rodea. 

Las veces que hemos tenido tantas palabras en el corazón, tantos sentimientos por explotar y por el miedo a una reacción negativa, nos hemos escondido. Hemos matado nuestros corazones y así hemos apagado la llama del amor. Cubrimos con una cortina de dureza nuestro frágil cuerpo hecho de cristal, y sumimos en lo mas profundo de nuestro ser los te quiero, los te amo, los te extraño acompañados de todos esos besos abandonados que quiebran nuestros labios. Tan solo nos volvemos mas solitarios, mas aislados y menos humanos. 

Las veces que no hemos tenido la voluntad para poder terminar algo y sentimos que todo alrededor nos pesa, que no pertenecemos a ningún lugar y cuanto más lo sentimos, mas tristeza nos corrompe, haciéndonos sentir esclavos de nuestra propia vida y convirtiéndonos en un alma en pena que ni siquiera sabe por donde vagar.

Son todos los errores que has hecho a lo largo de tu vida, toda las cosas que por miedo a hacer nunca hiciste, todas las lágrimas que derramaste y que alguien recogió en un jarra y luego te echó por encima haciéndote sentir el peso de tu propio dolor y tus fallos. 

¿Sabes? Es posible que ya sepa lo que tengo. El porque decías que me encerraba en mi y no me dejaba ayudar, aunque posiblemente tú ya lo sabías.. tal vez fue ahora cuando me paré a mirar atrás con mas detenimiento y vi las cosas que antes no veía. Adopté el fracaso como una meta, que por desgracia siempre alcanzo. Puede que por ello sea incapaz de terminar todo lo que empiezo o me rinda antes de perder. Todas las cosas que podría haber hecho y que no hice. Y no paro de reírme tontamente mientras te imagino diciéndome "Pues cámbialo" una y otra vez. 

Posiblemente no leas esto y si lo lees no creo que me lo digas. Mi mayor error fue encerrarme en una burbuja y dejarte fuera. Aislarme pensando en las cosas que habían pasado y olvidar las que estaban por pasar. 

Si.. mi mayor error fue pensar que yo era la única que echaba de menos las apuestas. 

Tal vez ya sea tarde para volver a apostar pero trataré de seguir aquí con mis mejores cartas..