Es curiosa esta sensación que perfora mi alma. Tenerla delante y no poder abalanzarme sobre ella... y que sin embargo, esté más cerca que nunca. Como nuestras miradas se cruzan y late fuerte mi corazón.
Y a pesar de estar sola en esta fría habitación la calidez de su presencia me arropa, me mece y me invita a permanecer despierta y contemplarla.
Ella perdida en sus pensamientos y yo perdida en su mirada, desesperada y contenida, ansiosa por acercarme y robarle el beso que ansío desde hace tiempo.
Y aunque la noche es joven, envejece, y se aproxima lentamente un nuevo amanecer que me despertará del sueño en el que estoy inmersa, sin siquiera cerrar los ojos.
Y como no.. tan solo era yo tentándo a mi suerte.. a un todo o nada, sin saber que ella misma sería la pieza que me haría ganarle la partida a mi desdicha, viniendo por si misma hacia mi. Y ahora que esta cerca se me nubla la mente, se me aturden los sentidos y me sonríe el corazón.
Y aunque solo sea por una noche.. que se pare el tiempo.
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